17 febrero 2007

Shared learning

He pensado que quizás os pueda interesar este escrito que he publicado en www.ictnet.es, que es una comunidad de profesionales del Instituto Catalán de Tecnología, y que tiene gran difusión en internet. Me preguntaron algo sobre el b-learning y aporté esto. Creo que en la medida en que hablo de formas de aprendizaje compartido, puede tener interés para los miembros del grupo y para los asociados y amigos. Es sólo un pequeño ensayo.



Blended learning, es decir, un paso para enfatizar más en el intercambio. Sabemos que el fundamento del aprendizaje no está en la soledad, ni en el discurso escuchado, sino en el intercambio.


Aprendemos más a gusto del igual, de los espacios horizontales, que de los verticales. Es cierto que algunas personas prefieren que el aprendizaje sea una enseñanza contrastada y segura, y entonces acuden a un maestro que les orienta, pero la mayoría de las personas, sobre todo cuando vamos adquiriendo experiencia, aprendemos de la nuestra, de la de otros, de los compañeros, de los iguales, y en el espacio de aprendizaje en el aula, los dos resortes básicos son: la acción-investigación, por una parte, que hace que el aprendizaje nazca de la acción y de la búsqueda; y por otra, la participación, la interconexión, el grupo de trabajo, que favorece la "aparición" del conocimiento.

El e-learning es un estadio más avanzado que el e-reading, y menos avanzado que el blended learning o b-learning. Esta es la acepción de uso generalizado, pero yo, quizás porque soy un inconformista prefiero hablar de "shared-learning", dado que entiendo que lo más importante y la eficiencia de un proceso de aprendizaje es que esté muy distribuido, proceda de muchas fuentes, y sea trabajado distribuida y sintéticamente por los "aprendices" en espacios grupales que favorezcan dicho aprendizaje.

Los soportes de software nos permiten hacer ahora muchas cosas que antes no podíamos ni soñar. Pero no sólo es una cuestión de tecnología, aunque la tecnología puede hacer mucho camino. Lo más importante siempre no es tanto la tecno como la metodología, el enfoque pedagógico.


Y en esto, tenemos un sistema de enseñanza tan anclado en formas tradicionales, con tantos miedos al cambio y a una mínima transformación, tan conservador y conformista, que hasta que tengamos quince o veinte años de auténtica modificación de los sistemas de enseñanza, tanto media como universitaria -aquí, como en otras cosas, el plano profesional está mucho más avanzado, aunque sin echar muchas campanas al vuelo-, no será posible pensar en formatos ya posibles de shared learning, sólo puntualmente.

Sobre todo, la desidia, como decía Lucas Mallada, y la consiguiente comodidad y falta de interés, actúan como pesos pesados para conseguir avanzar los sistemas de aprendizajes. Concepción Arenal era más avanzada que nosotros, que ya es decir. Lo era para su épòca, pero ¿donde habrá quedado y quién se acuerda de ella?. En fin, para que llorar, solo necesitamos atrevernos a cambiar. Sabemos como hacerlo, pero el miedo, la desidia, el conservadurismo, el autoritarismo y otras cosas nos impiden avanzar significativamente. Pero vendrán tiempos mejores, ya se vislumbran. Son inevitables, aunque las fuerzas dominantes sigan siendo provisionalmente dominantes.

1 comentario:

Roberto Carballo dijo...

No sé si me habré expresado con alguna urgencia y con un tono demasiado potente, pero es lo que siento. Me indigna el conservadurismo y la desidia que nos rodea. Nosotros mismos, aún siendo la avanzadilla de la innovación educativa universitaria, participamos poco, tememos demasiado, tenemos muchos tics de timidez y de conformidad. ¿Por qué no nos atrevemos más? ¿Por qué no decimos lo que pensamos? ¿Por qué no participamos más ampliamente? ..... Tenemos un soporte, tenemos unos conocimientos, tenemos unas experiencias, muchos de nosotros escritas y divulgadas, ¿cómo es posible que participemos tan poco? ..... No quiero amargar a nadie, pero sólo avanzaremos dejando a un lado nuestras inhibiciones, y golpeando los techos de cristal que no queremos romper. He dicho y espero que lo tengáis en cuenta, Roberto Carballo