Pienso que todo es atreverse y sentirse bien con lo que se hace. A mí me pasa como a Paloma, nunca me he sentido mejor, estoy deseando que llegue el miércoles y el jueves, para poder aportar algo nuevo en ese espacio complejo que es el aula.
Una cosa nueva que está funcionando de bien a muy bien es:
La píldora de comienzo de clase. Le llamo píldora a una frase, un comentario, un autor, una orientación ..... hasta ahora de lo que he llamado "malditos", personajes y frases que no han estado en la corriente dominante del pensamiento, y hasta han sido perseguidos por el poder y a veces por la ciencia o por la literatura o ......
Llevo hasta ahora once píldoras, correspondientes a once clases, un equipo de futbol.
¿Para qué la píldora? Para romper, para motivar, para dar un "lustre" de cultura, para inducir, para hacer pensar ..... pero sobre todo, y fijaros en la paradoja, para cubrir esos diez minutos durante los cuales los alumnos pasan de una clase a otra o se fuman un cigarro o lo que sea, pero llegan diez-quince minutos tarde, y yo, así les he dicho, premio a los que están con una píldora. Además, de esa forma, la clase empieza a funcionar con todos a las "y diez", lo cual no está nada mal. A partir de ahí, trabajamos todos en lo que toque, lo que está en el plan de trabajo. Antes, la píldora como regalo para los que están, y como tiempo para que todos se incorporen. Bien, pues la píldora está teniendo un éxito espectacular. Creo que si ahora dejara de hacerlo, me lo reclamarían muchos. El otro día no lo hice en una clase y alguien a la salida, me dijo: "hoy no nos has dado el regalo".
Los blogs individuales están llenos de comentarios sobre "malditos", exiliados, incomprendidos, ...... que ellos han añadido, aparte los que yo les he llevado. Tengo que reconocer que me está costando mantener el ritmo de un "maldito" por día de clase. Pero hasta ahora puedo con el reto.
Por otro lado, también he observado que al principio, sólo leía algo, normalmente una frase, y casi no introducía al personaje. Ahora, sin embargo, dedico algo a situar lo que voy a leer. Pienso que de forma espontánea he hecho lo correcto. Al principio, no hablar demasiado: "que hable el autor" .... poco a poco, ir introduciendo detalles del entorno de la frase o del autor o de la corriente de ideas.
Una cosa sorprendente es que casi siempre cuando termino esos diez minutos, se produce un silencio reflexivo impresionante, un silencio que yo dejo que dure medio minutos o un minuto y entonces, pasamos a la tarea de ese día.
Ya he hablado de dos o tres píldoras en http://www.robertocarballo.com/ con lo cual el esfuerzo que hago para buscarlas, también se traduce en posts en mi blog. Hay que sacar eficacia al trabajo realizado.
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