30 abril 2008

¿Demasiada presión?

Dialogando con un alumno en mi blog me ha salido este comentario, que creo que debe ser objeto de reflexión por todos los profesores, por eso lo traigo a este foro.

¡Qué no falte tarea, pero que la tarea no esclavice!. Compruebo que los profesores se han lanzado a la idea de “más tarea”, que viene a ser lo mismo que lo de Groucho Marx de “más madera, es la guerra”.

Muchos profesores han descubierto que hay que presionar, que presionando se consiguen cosas, y se han lanzado a un agobio “sin cuartel” del alumnado, que no tiene así tiempo para nada, ni para pensar, que probablemente también es de lo que se trate. La tarea ha de ser algo superior a lo posible y conveniente, pero no tanta que produzca agobio, cansancio estructural y dependencia, al buscar fórmulas sin pensar, fórmulas que resuelvan el tema, pero que no añadan calidad al aprendizaje. Creo que ya es hora de que los profesores se piensen dos veces cuando introducen una tarea nueva al alumnado: los estamos machacando y de forma acelerada. Podemos romper su equilibrio ecológico.

Y los profesores tendrían que empezar a trabajar en grupo, porque si todos presionamos, sin mirar al de al lado, el resultado va a ser un aumento agobiante de la presión, y entonces, donde estará el pensamiento, donde estará el aprendizaje, donde estará el sentido de aprender.

Se necesita ritmo para aprender. Demasiado ritmo, como ocurre cuando es época de exámenes, es igual a casi nada de resultado de aprendizaje; poco ritmo, como suele ser a lo largo del cuatrimestre, equivale a perder mucho tiempo en no conseguir nada, y distraernos de la tarea principal. El tiempo de aprendizaje es para aprender y el de ocio para disfrutar de otras cosas.

Aprender tiene que ser un disfrute, algo que se hace con ganas, con estímulo, con motivación. La tarea bien hecha nos tiene que llenar de ganas de gozar, de disfrutar de la libertad conseguida aprendiendo. Pónganse de acuerdo los profesores de cada curso, sobre la intensidad de sus programas, y no produzcan atascos, que ya los he visto en buenos alumnos, atascos, tensiones, estrés. Esta bien presionar más de lo que estamos acostumbrados, pero de pronto, no nos pongamos todos al mismo tiempo.

Porque en el fondo, hay dos patologías que se pueden estar dando: a) mi asignatura es tan importante como la de otros o más, y tengo que exigir más, no voy a ser menos; b) cuanto más exijo, más aprenden. Y nunca es cierto que mi asignatura es más importante; tampoco es cierto que exigiendo más se aprende más, sólo se tiene un recuerdo inadecuado: se acuerda uno de lo malo, del Castañeda de turno, y no lo puede hacer, como son los buenos recuerdos, pensando que era un profesor fabuloso, sino que se recuerda porque era un “hueso” y ¡qué mérito tuve aprobando!.

1 comentario:

Somosaguas dijo...

Cuánta razón tienes, Roberto!.