26 septiembre 2007

Proyecto de Innovación Educativa

Un proceso de innovación educativa ha de tener un horizonte estratégico: queremos desarrollar personas para que puedan comprender y trabajar con personas. No enfatizamos, de esa forma, en las técnicas, sino en los métodos. No enfatizamos en la teoría o en su opuesto las recetas, sino en las experiencias. No usamos el caso, sino vivencias, experiencias. Las personas se desarrollan viviendo, aprendiendo de la vida misma, y de su vida con otros. Comprendemos al otro trabajando con él, no estando con él, sino compartiendo sus necesidades, sus deseos y sus sueños, pero con un sentido de lo real que les induce a analizar todos los días la realidad en la que se mueven. Por eso, utilizamos metodologías de action-research y shared learning combinadas, en lo que llamo MINING-Aldebaran.

Estos participantes van a trabajar con personas y con grupos, tienen que saber de personas y grupos, y eso solo nos podemos acercar, teniendo muchas situaciones donde mi yo se combine con otros yoes, y tenga experiencias de las que aprendo, básicamente del error y del esfuerzo. No sé si les parecerá muy abstracto, pero no lo es en absoluto. Se trata por tanto, de desarrollar personas, por la sencilla razón de que los demás son personas y no objetos, y no se pueden manejar, como traduciendo el término management se ha acabado diciendo, sino dirigir, orientar, facilitar, situar en espacios motivadores y favorecedores del desarrollo de su ser. No nos dedicamos ni a manejar ni a alinear, nos dedicamos a desarrollar espacios para vivir, a través de nuestro esfuerzo y la motivación que conlleva.

Un horizonte es un lugar ideal-real al que no se llega nunca. Y de eso es de lo que se trata. De esa forma, el estímulo por búsqueda se mantendrá vivo y las personas nunca llegarán a creer que ya saben (conciencia de límites), sino que seguirán buscando y encontrando y acercándose y esforzándose en seguir una carrera sin fin, pero una carrera llena de incertidumbres y también de alegrías: "el rio que nos lleva", y al que hay que adelantar -si uno quiere innovar-, para ver mejor sus recovecos y sus torrenteras, y disfrutar más de sus remansos, y ¿por qué no? evitar ser arrastrados por él.

Un sistema de valores acompaña a este horizonte, un sistema, no una relación de valores, un sistema coherente, que se corresponde con lo que buscamos y con la relación medios-fines que es tan importante conseguir, la correspondencia entre ellos y su viabilidad práctica.

El sistema se derivó del que trabajé para el proyecto Aldebaran Innovation y se puede ver en el programa. No me extenderé para permitirles acercarse al vinculo http://www.aldebaraninnovation.com/ o bien a http://www.robertocarballo.com/ donde continuamente está presente ese sistema de valores y a veces se hacen explícitos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Roberto:
Muchas gracias por esta entrada. Es una verdadera declaración de principios que sirve de recordatorio para saber por qué amamos la docencia.
Un abrazo,
David Alonso