29 enero 2009

FINAL DEL CURSO DE SISTEMA ECONÓMICO MUNDIAL

La idea de esta entrada es comentar lo que ha sido mi experiencia de trabajo en grupo, y lo que he aprendido al respecto. Ya que ello ha sido uno de los aspectos en los que más se ha incidido a lo largo del cuatrimestre, para dirigir nuestro aprendizaje.Al comienzo, partimos con la idea de que el trabajo en grupo era la mejor forma de aprender y de desarrollar conocimiento; ahora matizaría que la idea así expresada se queda corta, pues si algo se me ha quedado claro es que la clave, ya no es desarrollar la materia que se toca, sino el como se desarrolla. el aprender haciendo es una herramienta doble, pues al hacer aprendes, pero también aprendes a aprender y a hacer como hechos diferentes.en el caso de mi grupo, esto se resume al decir que, por lo menos en mi lugar -ya que no puedo hablar en nombre de nadie- no sólo he generado conocimiento muy interesante sobre la estructura del mercado de fuerza de trabajo; sus relaciones con los diferentes actores; el papel que ellos asumen y se le asumen, etc. Sino también la forma de desarrollar esos temas y convertirlos en un conocimiento, es decir: en una información capaz de ser implementada. En este sentido, hemos intentado seguir un método inductivo; partiendo de nuestros conocimientos más significativos a priori para observar la realidad, pero simultáneamente desarrollando un marco teórico que continuase guiándonos. Así hemos llegado a unas conclusiones teóricas que fueron las que quisimos buscar en la realidad.

Más allá del campo de estudio, se encuentra lo otro. El como íbamos trabajando y las cosas que cambiábamos y que retocábamos. Y es este sentido es donde creo que hemos tenido más dificultades, ya que hemos trabajado a distancia a causa de nuestras circunstancias, y eso ha dado lugar a que seamos poco productivos. No se si al final habremos hecho un buen trabajo, uno que haya estado a la altura de lo que se esperaba de nosotros. Pero aun después de estar satisfecho por los resultados, creo que para el tiempo que le hemos invertido, y la cantidad de material que se nos ha quedado fuera a pesar de que lo teníamos contemplado; me siento un poco frustrado porque podría haber salido algo mucho mejor. Y esto se debe a que no nos hemos organizado bien. Deberíamos habernos comunicado mucho más; haber sido más esquemáticos o sintéticos -y resumidos- en nuestro desarrollo individual, acotando nuestra investigación a puntos o epígrafes, para que una vez planteada toda esa información empírica, la hubiésemos podido desarrollar en el papel repartiéndonos cada uno una parte del trabajo. Así -aun cuando lo que hemos hecho ha sido trabajado por todos y reescrito por todos- no hubiese hecho falta darle tantas vueltas a lo ya trabajado para que se quedase como un bloque coherente. deberíamos haber aprovechado, en ese aspecto, las posibilidades que nos dan programas como el groove; que permite trabajar un único documento en la red, de forma simultánea por varias personas. Pero no puedo obligar a nadie a que aprenda a manejar programas que nunca se han conocido, en mitad de un cuatrimestre cuando los trabajos ya empiezan a agobiar.

También cabe hablar del compromiso personal y la dinámica de grupo. He aprendido que aun cuando no se puede trabajar simultáneamente, puede salir un trabajo decente siempre que los miembros se impliquen en todos los sentidos, es decir: que no se piense en uno mismo y en lo que aporta, sino en la necesidad que hay de aportar. Pues no se trata de hacer un cálculo racional sobre lo que cada uno debe hacer respecto a lo que hacen los demás, sino de hacer por el deseo de hacer siempre con el objetivo de aprender y de crecer como estudiante, y sobre todo como persona; pues conforme nos hacemos como personas, así trabajamos y así es nuestro trabajo; es esto lo que nos define, nuestros actos. Y en ese sentido, el trabajo que se realiza es una parte de nuestra personalidad materializada y ofrecida a todo el que desee observarla. Estoy contento con mi grupo, a pesar del suceso final el cual, ni quiero ni es mi deber calificarlo; pero me gusta ver que a pesar de lo sucedido, en ningún momento se echó en cara que nadie trabajó más o menos que nadie; y si hubo que dar un "arreón" final mayor de lo esperado, nadie se quejó por ello. Es más, cada uno supo qué tenía que hacer para salir adelante, y salió de hecho de cada uno sin que se dijese nada; y en ese sentido, digo muy gustosamente que volvería a trabajar con mis compañeras cuando fuese necesario.

Publicado por Miguel Ángel

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